martes, 3 de mayo de 2011

La muerte de los viejos

Cerraron el billar que estaba por mi casa, ese donde dicen que se reunían antiguos campeones por las tardes a retarse en carambola. El lugar me vio pasar cientos de veces frente a sus puertas, a veces ignorándolo y otras esquivándolo. La posibilidad de entrar me producía vértigo, aquellos viejos jugadores que ostentaban un gran talento siempre me intimidaron más de lo que me invitaron a aprender con ellos.

Poco a poco cierran las pulquerías, cantinas y billares de más tradicion en esta ciudad, nosotros aceptamos este hecho como inevitable y algunos intentamos abastecernos de recuerdos mientras podemos; alimentamos nuestra nostalgia a priori.

La ciudad es grande y cambia rápido, si queremos regodearnos algún día de la época que apenas alcanzamos a vivir tenemos que apurarnos, salir y conocer nuevos (viejos) lugares casi a diario. Los lugares inevitablemente cierran, más ahora con la crisis (más cultural que económica) que atraviesan, nuestro deber es procurarles una muerte digna y lejos del olvido.


DATO: Hasta mediados del siglo pasado todavía llegaban trajineras a la merced

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Las miscelaneas de barrio ceden su lugar ante los Oxxo y los Seven Eleven, las Zapaterias ahora se llaman Shoe Express, las papelerias Ofice Deppot y lsd Tlapalerias Total Home. Supongo que los billares van cerrando porque ahora puedes jugar Billar con el Kinect y. El Wii.Parafraseando a @robanopal a los bostalgicos ya no los hacen como los de antes.

Bacteria G dijo...

Atónito Aron,
Hacía mucho que no te leía y es porque escribes muy poco y así no se te puede estar siguiendo. En fin, hoy te encontré en el reader, gracias a google+ y voté por Darwin de Jesús. La tradición lo quiere muy por encima de la broma perfecta pero pueril que supone el nombre (del que dudo) Elpidio, ya que además Elpidio supone un chiste con cualquier apellido. Piénsalo (Torres, Vergara, Fuerte, Bueno, etc)
Por otro lado espero un buen tour de lugares infames para mi próxima vuelta por la ciudá...
un abrazo!